La
Orden de San Francisco, cuyos miembros son conocidos como
franciscanos, es una orden religiosa mendicante fundada por
San Francisco de Asís, en el año 1209. Su nombre latino es
Ordo Fratrum Minorum, que significa Orden de Frailes
Menores -
O.F.M.
Entre los
conventos fundados por los frailes evangelizadores, en la
ciudad de Santiago de los Caballeros, el segundo monasterio
fue el de la
Orden de San Francisco.
No
obstante que dichos religiosos estuvieron en la mencionada
ciudad alrededor de 1529, la fundación de su convento se
realizó hasta el 11 de noviembre de 1540, pero al trasladarse
la nueva ciudad al Valle de Panchoy, en 1542, se les asignó un
nuevo sitio para la fundación del monasterio, en 1574.
De las
asociaciones religiosas, constituidas en Santiago de los
Caballeros, la más destacada fue la Tercera Orden de
Penitencia de San Francisco, cuya aprobación se hizo el 30 de
noviembre de 1613.
|
|
Los
frailes franciscanos fueron los que tuvieron a su cargo
la mayor parte de la evangelización de los pueblos
indígenas.
Esa
orden religiosa
edificó el Templo de San Francisco El Grande. La
construcción de la fachada de dicho Templo seguramente
se inició a finales del Siglo XVII y concluyó en 1714.
Templo de San
Francisco,
Santuario del Santo
Hermano Pedro |
El Convento y el Templo de San Francisco El Grande el
sufrieron daños considerables por el terremoto ocurrido en
1773. En la actualidad, el Templo se encuentra parcialmente
reconstruido y es el lugar que más visitan los fieles devotos.
Cabe agregar que esa reconstrucción se realizó de 1932 a 1970.
El Convento está totalmente en ruinas.
La presencia de los santos del Hermano Pedro es la razón por
la que el señor Arzobispo de Guatemala, Su Excelencia Monseñor
Rodolfo Quezada Toruño, el 30 de julio de 2003, elevó el
Templo de San Francisco el Grande a Santuario Arquidiocesano;
por lo que en la actualidad esa edificación religiosa es
conocida como
Templo de San Francisco, Santuario del Santo Hermano Pedro.
Actualmente, en dicho Templo se pueden observar los siguientes
murales, que referimos así:
Mural de San Francisco, Mural La
Realidad Humana, y Mural -Retablo- Cristo de las Ánimas.
Mural de San
Francisco
Según la
representación en este mural...
En
la parte superior, se aprecia la Luz que irradia la divinidad
de Cristo y del Espíritu Santo. Esa divinidad es
observada: por el Hermano Pedro, Terciario Franciscano, quien
en su mano derecha sostiene un
sombrero, que nunca lo llevó puesto sobre su cabeza sino que
lo utilizó únicamente para tener dentro del mismo una imagen
del Niño Dios; por religiosas de la Orden Bethlemita,
fundada por el Hermano Pedro, quienes portan una Custodia para
el Santísimo Sacramento; y por parroquianos del lugar,
ofrendándose pan y frutos de la vid, como símbolos del
misterio eucarístico.
En el
centro, se observa a San Francisco, quien extasiado muestra
sus estigmas. Lo acompañan otros frailes franciscanos
realizando actividades diversas. Uno de ellos, de rodillas,
coloca velas y ora ante el
Crucifijo de San Damián o
Cristo de San Damián.
Así se conoce a una pintura que representa a Cristo en la
Cruz, y que en la época de San Francisco,
dicha pintura se encontraba en la Capilla de San Damián,
ubicada cerca de Asís, Italia. Por aparte, se presenta una
imagen de dicho Crucifijo.
Para
la familia franciscana, el Cristo de San Damián es un tesoro
para ellos. A lo largo de siglos y generaciones, Hermanos
Franciscanos
[rama masculina]
y Hermanas Clarisas
[rama femenina],
ambas ramas de la Orden de Frailes Menores, se han arrodillado
ante esa imagen implorando
Luz para cumplir
su misión evangelizadora en la Iglesia.
En la
parte inferior, se encuentran cófrades, monjes franciscanos,
parroquianos y fieles devotos quienes, arrodillados, se reúnen
en veneración con velas encendidas. Al fondo, se observa la
fachada del Templo de San Francisco.
Fotografía
de CCN. Todos los derechos
reservados.
Mural
La Realidad Humana
La Capilla de
Adoración del Santísimo Sacramento se encuentra
adyacente a la nave central del Templo de San Francisco.
Allí se expone a Jesús Sacramentado conforme al Jubileo
Circular correspondiente.
En esta
Capilla se observa una gran devoción religiosa por parte
de los feligreses que la visitan.
Capilla de Adoración
del
Santísimo Sacramento |
|
|
Es
oportuno señalar que según el Concilio de Trento, en 1551, el
Sumo Pontífice Julio III aprobó el culto al Santísimo
Sacramento, expuesto en el altar.
En lo alto
de la mencionada Capilla se encuentra un mural de la realidad humana.
Según la representación...
En
la parte superior, se aprecia a Cristo, como fuente de agua
viva, y una Custodia que representa al Santísimo Sacramento,
como símbolo del Pan de Vida Eterna.
En los
flancos, se reflejan cuatro situaciones humanas que pueden
interpretarse como:
Alegría y
Superación. Trabajo y Abundancia. Pereza y
Pobreza. Dolor y Tristeza.
Así apreciamos este
Mural:
Fotografía
de CCN. Todos los derechos
reservados.
Mural
-Retablo-
Cristo de las
Ánimas
Se
representa a la imagen de Cristo Crucificado con una pintura
de las Ánimas del Purgatorio. Acompañan las figuras de
Juan evangelista y María. Es un retablo lateral de la nave central del
Templo de San Francisco.
Con la
presencia de la imagen de Cristo inmolado en la Cruz, se
motiva a la oración y súplica por las ánimas del purgatorio
para que, una vez purificadas, puedan alcanzar la
Luz y la
Paz
Eterna, haciendo propicio para ellas la misericordia de Dios.
Desde los primeros
tiempos, la Iglesia ha honrado la memoria de los difuntos. En
efecto,
según el
Concilio de Trento, en 1563, durante el tiempo del Sumo
Pontífice Pío IV se manifestó "...que hay Purgatorio; y que
las almas detenidas en él reciben alivio con los sufragios de
los fieles, y en especial con el aceptable sacrificio de la
misa;..."
Según biógrafos, el
Hermano Pedro acostumbraba llevar una bolsita de mano
en la que guardó pequeñas cedulitas o "papelitos" con nombres
de difuntos para orar por ellos.
El cronista
Manuel Lobo, escribió:
...el Hermano Pedro
"Fue tan solícito procurador de las almas del purgatorio que
parece que no daba paso ni hacía obra que no fuese ordenada a
abreviarles las penas y trasladarlas a la gloria".
Por su parte, el historiador
Mario
Gilberto González, indicó:
"Las manos de Pedro hicieron sonar, los lunes por las
noches, una campanilla que alertaba a quienes habían desviado
el recto camino de sus vidas y la necesidad de rogar por las
ánimas del purgatorio".
|
|
En la
actualidad, la referida bolsita y la indicada campanita
se encuentran resguardadas en el Museo del Santo Hermano
Pedro.
Bolsita de mano
Campanita |
|
|
Así se observa este
Mural - Retablo:
Fotografía
de CCN. Todos los derechos
reservados.
Una narrativa…
|
En recorrido efectuado hacia el Templo de El Calvario en la época de Cuaresma y Semana
Santa, para apreciar el Altar de Velación y Huerto allí
preparado en el 2013, nos encontramos con el Señor José Eliseo
Pérez De León, quien
daba la bienvenida a los visitantes que ingresaban a dicho
Templo.
El Señor
Pérez De León
es Presidente de la Hermandad de Jesús Nazareno del Silencio
del Templo de El Calvario; Promotor de la Tercera Orden
de San Francisco; y Ministro de Comunión tanto en el Templo de
San Francisco, Santuario del Santo Hermano Pedro, como en el
referido Templo de El Calvario.
Al solicitar a él que nos mencionara algún hecho relacionado
con el fervor religioso, gustosamente nos expresó el siguiente
relato que hizo de su conocimiento una devota vecina residente
en la periferia de la ciudad colonial:
Dijo que ella ha tenido por costumbre llegar al Templo de San
Francisco a rezar al Cristo de las Ánimas por el sufragio del
alma de un familiar fallecido, y también por las Benditas
Ánimas del Purgatorio, encendiéndoles velas y rogando para que
ellas encuentren la Luz y la Paz Eterna que necesitan;
evocando así la devoción que en su época tenía el ahora Santo
Hermano Pedro de San José de Betancur.
Después de algún tiempo que se había ausentado de esa
edificación religiosa y de efectuar aquella piadosa devoción,
ella iba caminando por el atrio del Templo de San Francisco,
Santuario del Santo Hermano Pedro, cuando amablemente se le
acercó un fraile franciscano, con su cotidiana indumentaria
(hábito
-sayal-
y cordón) y con un rostro “con barba”, es decir
sin afeitar, quien le comentó que ya no la había visto orar en
dicho Templo. Ella, con toda franqueza, le respondió que había
perdido su empleo de oficios domésticos y que ya no disponía
de dinero para comprar velas. El fraile franciscano la animó
diciéndole que pronto solucionaría su situación y,
gentilmente, se despidió.
En la siguiente oportunidad que se dirigía al Templo de San
Francisco, ella encontró a un caballero vestido de negro,
quien le preguntó si tenía interés en un trabajo de oficios
domésticos, pues la madre de él contrataría a una persona; por
lo que le dio la dirección de su casa.
Emocionada, ella fue a la dirección que aquel hombre le
indicó. Al llegar, fue recibida por una señora quien,
asombrada, le preguntó cómo sabía de tal empleo si a nadie se
lo había comentado; a lo que la solicitante respondió: “fue
su hijo quien me dio su dirección”. La señora,
sorprendida, invitó a pasar a la mujer y le enseñó una
fotografía que estaba en un cuadro colgado en la pared,
preguntándole si era él quien le había informado, respondiendo
aquella mujer “sí, él fue”. La señora irrumpió en
llanto porque su hijo ya había fallecido. Y al considerar que
ésa era la voluntad de él, la señora concedió el trabajo
solicitado.
Con el deseo de agradecer personalmente al fraile franciscano
en mención, la devota vecina se dirigió al Templo de San
Francisco pero al llegar le indicaron que, en la actualidad,
en dicho Templo no hay frailes franciscanos con un rostro
“con barba” y que a la hora mencionada por ella no habían
frailes en el atrio de dicha edificación religiosa porque
todos se encontraban reunidos realizando actividades
previamente definidas.
Aquella mujer finalizó su relato diciendo que se quedó con la
inquietud de saber quién fue aquel fraile franciscano
“barbado” que le dio ánimo en la búsqueda de trabajo;
y de entender cómo pudo comunicarse con aquel caballero
vestido de negro que le refirió un trabajo que ella tanto
necesitaba.
|
|
Fuente:
Itinerario de un peregrino en una "Ciudad Mística", La
Antigua Guatemala (Ediciones Provincia Franciscana "Nuestra
Señora de Guadalupe" de Centro América y Panamá).
Directorio Franciscano: Breve cronología de la vida de San
Francisco. Siervas de los Corazones Traspasados de Jesús y
María (Instituto SCTJM): Biografía de San Francisco de Asís.
Enciclopedia Franciscana: El Cristo de San Damián, Descripción
del icono por Richard Moriceau (o.f.m. cap).
Templo de San Francisco, Santuario del Santo Hermano Pedro.
Museo del Santo Hermano Pedro. Folleto: Las Manos de Pedro
(Mario Gilberto Gonzáles). Templo de El Calvario (Ermita del
Santo Calvario).
|