El 20 de abril de 1667, ya enfermo de gravedad, en el Hospital de
Nuestra Señora de Belén, el Hermano Pedro dictó y firmó su
testamento, en el que pidió de caridad que se le entierre en
la Iglesia del Señor de San Francisco El Grande, en el lugar
de sepultura de los religiosos de la Tercera Orden. El Hermano
Pedro murió el 25 de abril de 1667.
Luego de la muerte del Hermano Pedro, el señor Obispo decidió
que el cuerpo se velara en la Iglesia del Oratorio de la
Escuela de Cristo, antes del solemne funeral y entierro en la
bóveda de sepultura común de los religiosos de la Tercera
Orden, en el Templo de San Francisco El Grande.
Templo de San Francisco,
Santuario del Santo Hermano Pedro
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Con motivo de los trabajos de reconstrucción y reparación del mismo
Templo, los restos mortales del Hermano Pedro se trasladaron a
diferentes capillas en los años 1686, 1692 y 1817.
El Templo y el Convento de San Francisco
sufrieron daños considerables por el terremoto ocurrido en
1773. En la actualidad, el Templo se encuentra parcialmente
reconstruido y es el lugar que más visitan los fieles devotos.
El Convento se encuentra en ruinas.
El ingreso al amplio atrio del Templo de San Francisco puede
hacerse por el Portal de San Buenaventura, situado al norte; o
por el Portal de San Francisco, al poniente.
Portal de San Francisco
[Frente a la Calle de los Pasos]
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El 28 de octubre de 1990, después del último
reconocimiento canónico, los restos mortales del Hermano Pedro
fueron colocados en un sepulcro especial construido en la
Capilla de la Vera Cruz, que en la actualidad se conoce como
Santuario del Santo Hermano Pedro, en el Templo de San Francisco.
El 30 de julio de 2002, en su Tercera Visita Apostólica
a Guatemala, Su Santidad el Papa Juan Pablo II celebró
la Santa Eucaristía para la Canonización del Beato
Hermano Pedro de San José Betancur.
La presencia de los
restos mortales del Santo Hermano Pedro es la razón por la que
el señor Arzobispo de Guatemala, Su Excelencia Monseñor
Rodolfo Quezada Toruño, el 30 de julio de 2003, elevó el
Templo de San Francisco a Santuario Arquidiocesano.
En la actualidad,
el Templo de San Francisco, Santuario del Santo Hermano Pedro,
es el lugar en el que convergen devotos peregrinos, de
diferentes culturas e idiomas, para visitar el Sepulcro en el
que se encuentran los santos restos del Hermano Pedro.
El ingreso al
Santuario también puede hacerse
por la puerta ubicada en el lado norte del Templo de San
Francisco, es decir, por las ruinas de lo que fue la Capilla
de la Concepción, lugar que en la actualidad se conoce como
Jardín del Santo Hermano Pedro, en donde se colocó, en su
memoria, una escultura de bronce fundido.
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Jardín del Santo Hermano Pedro
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Fieles creyentes
manifiestan un gran fervor religioso en la veneración del
Santo Hermano Pedro, pues tocan el sepulcro como para advertir
su presencia y así contarle sus penas y alegrías, pidiéndole
ayuda material y espiritual, o agradeciéndole su intercesión
por las bendiciones recibidas de Dios. También colocan velas
de diferentes colores, que representan una petición especial
dependiendo de las necesidades de la persona.
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Sepulcro del Santo Hermano Pedro
Este sepulcro
tiene tres tallados en madera que
representan: El Hospital de Belén y las limosnas del Santo
Hermano Pedro; El Santo Hermano Pedro yacente venerado por el
pueblo; y el Santo Hermano Pedro difunde el
Nacimiento de Jesús
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La alegoría
en la parte posterior del mismo sepulcro simboliza un sol
irradiando luz; y una Cruz que representa la devoción que el
Santo Hermano Pedro tenía hacia la Pasión de Jesús. Esa Cruz
es el símbolo religioso de la Orden Franciscana de los Frailes
Menores (o.f.m.) |
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Y es que en vida,
el Hermano Pedro realizaba constantes ejercicios de
mortificación. Él sabía que la senda de la Cruz era la vía
para hallar a Jesús; quería sentir lo mismo que sintió el
Redentor en su cuerpo, padecer la fatiga, la sed, los azotes y
hasta la sangre.
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En la misma
sepultura también se encuentra un vidrio, que los fieles
devotos tocan como para advertir su presencia; y una reja,
sobre la que los creyentes dejan algún objeto como gratitud
por un milagro recibido o como súplica de una intercesión.
Vidrio y reja en el sepulcro actual del Santo Hermano Pedro
Recordando en la historia...
Según se señaló,
los restos mortales del ahora Santo Hermano Pedro fueron
trasladados a diferentes capillas en distintas épocas. En un
pasillo del Templo de San Francisco, puede apreciarse el lugar
que correspondió a la quinta sepultura de esos restos, durante
el período comprendido del 25 de abril de 1817 al 14 de
octubre de 1990, porque fueron trasladados al sepulcro en el
que actualmente se encuentran, a partir del 28 de octubre del
último año citado. Como referencia, cabe indicar que el
Hermano Pedro murió el 25 de abril de 1667.
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En las paredes
circundantes a la referida quinta sepultura pueden apreciarse
diversas plaquetas y gratitudes que fieles devotos dejaron, y
que allí permanecerán para perpetua memoria, como testimonio
de su agradecimiento por las bendiciones recibidas de Dios por
la intercesión del Santo Hermano Pedro.
Quinta sepultura, vacía
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Anualmente, cada 25
de abril, en conmemoración de un aniversario más de la muerte
del Santo Hermano Pedro, las puertas de madera de esa quinta
sepultura son abiertas y los feligreses pueden observar su
interior, apreciando una vela blanca encendida como símbolo de
veneración. También, formando parte de la alegoría se incluyen
flores y, además, puede contemplarse la enunciación de las
palabras
Pobreza, Humildad, Alegría, Sencillez y Servicio,
que resaltan
las virtudes del mismo santo varón y
que motivan a
la reflexión.
Asimismo, se hace la exposición de una Galería de Pinturas que
corresponde a obras originales realizadas por el autor
contemporáneo guatemalteco Luis Alberto De León y León, en las
que representa aspectos relacionados con la vida y obra de
aquel humilde Terciario franciscano. Entre esas pinturas se
encuentra la que expresa:
Muerte del Hermano Pedro,
colocada al fondo de la mencionada sepultura, en la que
también se enuncia:
Fundador de la Orden Bethlemita.
Las referidas obras
se encuentran normalmente expuestas en una Galería de Pinturas
en Posada Belén.
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Las puertas de la quinta sepultura son abiertas el
25 de abril de cada año |
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Pintura: Muerte del Hermano Pedro |
Los textos de la
mencionada Pintura, son:
"ES EL DÍA LUNES VEINTICINCO DE ABRIL, FIESTA DEL
EVANGELISTA SAN MARCOS, DEL AÑO 1667". EL RELOJ
SUENA DOS HORAS QUE NADIE OYE"
Soledad Hernández - Bethlemita
"SE APAGÓ AQUELLA LÁMPARA SAGRADA, SE ROMPIÓ EL VASO DE
PERFECCIÓN, ENTRÓ EL JUSTO EN EL REINADO DE LOS JUSTOS"
Máximo Soto-Hall
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En el mismo
Santuario se aprecia un vitral y una placa conmemorativa "in memoriam" dedicada por los Frailes Franciscanos OFM; Hermanos
y Hermanas Bethlemitas.
La Orden de Frailes
Menores, OFM, o Frailes Franciscanos, fundada por San
Francisco de Asís en 1209, es una fraternidad que se obliga a
llevar una vida radicalmente evangélica, es decir: en espíritu
de oración, devoción y comunión fraterna; a dar testimonio de
penitencia y minoridad; a abrazar en la caridad a todos los
hombres; a anunciar el evangelio al mundo entero, predicando
con obras la reconciliación, la paz y la justicia; y a mostrar
un sentido de respeto hacia la creación.
En ese sentido, el
Santo Hermano Pedro quiso vivir el espíritu de esa fraternidad
siendo Terciario franciscano (Tercera Orden de Penitencia de
San Francisco), o sea, viviendo como seglar, sin entrar en un
convento. Pero al final de su vida instituyó, con sus
compañeros religiosos, la Orden Bethlemita, la primera orden
hospitalaria en América latina.
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