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Aprobada en 1725 la fundación de este Convento, cinco monjas
procedentes de Madrid, España, llegaron a la ciudad de
Santiago de los Caballeros para fundar la Orden de Nuestra
Señora del Pilar de Zaragoza [Las Capuchinas].
Ruinas de
la Iglesia y
Convento
de las Capuchinas
[2a.
Calle Oriente y 2a. Avenida Norte] |
En 1731, se iniciaron las obras del nuevo Convento e Iglesia. La
construcción se concluyó en 1736, siendo el último convento
para religiosas que se fundó en la ciudad.
Las novicias ingresaban al Convento renunciando a sus bienes
materiales por la vida espiritual; vivían aisladas y eran
advertidas de la dureza de la vida conventual Capuchina.
Después del noviciado, las religiosas hacían votos perpetuos y
debían vivir en clausura, vistiendo su hábito de color café,
con el que debían ser sepultadas al morir.
La regla máxima para las monjas de esa Orden era la pobreza,
constante penitencia y ayuno, no podían tener rentas y
vivir exclusivamente de las limosnas que les proporcionan
los fieles. |
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En uno de los patios interiores del antiguo Convento, se
encuentra un claustro circular compuesto por dieciocho celdas
en el lugar conocido como Torre del Retiro.
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Luego,
se atraviesa este corredor... |
Entrada
hacia las ruinas
de la Torre del Retiro |
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En ese patio o
claustro circular, se aprecia la ubicación de las celdas
individuales así como ventanales donde las recluidas podían
observar los jardines aledaños:
Allí, se encuentran
dos celdas reconstruidas para evidenciar su interior. Éstas,
protegidas por rejas:
Se representa, con
esculturas, cómo vivían las monjas de clausura en las
pequeñas celdas:
En la actualidad,
así se encuentran los jardines exteriores que observaban:
Bajo el mencionado patio se encuentra una bóveda,
también circular, con una acústica impresionante la que, según
se dice, pudo ser utilizada para penitencias o castigo de las
religiosas.
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Esa bóveda circular no sufrió daños en su
estructura con el terremoto ocurrido en 1773, por lo que
en la actualidad es posible visitarla.
Acceso
hacia la bóveda circular |
Apreciamos las
siguientes vistas: Desde el interior de dicha bóveda hacia el
exterior:
Interior de la
referida bóveda circular:
El
claustro principal de este Convento se encuentra rodeado de
corredores que fueron diseñados con columnas arqueadas. Aquí
apreciamos uno de los cuatro corredores laterales:

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Esta Iglesia y Convento sufrieron daños considerables por el
terremoto ocurrido en 1773, por lo que están en ruinas.
Sin embargo, actualmente, Las Capuchinas son las ruinas mejor
conservadas en la ciudad colonial.
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El lugar es considerado como un sitio de interés
histórico-artístico, ya que actualmente se realizan sesiones
fotográficas teniendo como fondo las ruinas coloniales, los
jardines o la fuente en su claustro principal:
Fuente
colonial en el
claustro principal del Convento de
las Capuchinas
La sede del Consejo Nacional para la Protección de La Antigua
Guatemala [CNPAG] se encuentra en las ruinas de este Convento, desde 1972. Algunas
oficinas de dicha entidad también se ubican en el segundo
nivel de esta antigua edificación:
Consejo
Nacional para la Protección de La Antigua Guatemala
El Consejo Nacional
para la Protección de La Antigua Guatemala [CNPAG]
fue creado por la Ley Protectora de la Ciudad de La Antigua
Guatemala, Decreto 60-69 del Congreso de la República, en
1969. Es una entidad estatal descentralizada, con personalidad
jurídica, fondos privativos y patrimonio propio. Su misión
fundamental es el cuidado, protección, restauración y
conservación de los bienes muebles e inmuebles, nacionales,
municipales o de particulares, situados en La Antigua
Guatemala y áreas circundantes. Para el efecto, dicha Ley
establece una zona de conservación que abarca el casco urbano
de la Ciudad, plazas de aldeas y áreas de influencia.
En los últimos
años, el Consejo Nacional para la Protección de La Antigua
Guatemala ha desempeñado un papel primordial en la
conservación y desarrollo positivo de la Ciudad. Cuenta con un
equipo de profesionales y técnicos altamente especializados,
quienes realizan trabajos de registro de bienes culturales,
diseño y dibujos arquitectónicos, conservación y restauración
de monumentos en la Ciudad y áreas que la circundan;
conservación y restauración de bienes muebles; control de las
construcciones particulares y actividades culturales y
educativas.
La política de
conservación y restauración contempla la Ciudad como una
unidad, como un conjunto histórico y no una serie de
monumentos aislados; deben conservarse todos los elementos que
forman parte de la fisonomía tan característica de la Ciudad:
sus calle empedradas, sus casas con detalles artísticos
pertenecientes a varios siglos, sus monumentos civiles y
religiosos, y su ambiente. La conservación contempla no sólo
los edificios y muebles coloniales anteriores a los sismos que
dañaron la Ciudad y que obligaron su traslado en 1773, sino
también aquéllos posteriores que tengan valor artístico
positivo.
Fuente últimos textos:
CNPAG
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