Durante el
mes de diciembre de cada año, la Congregación Franciscana
exalta la religiosidad al preparar, en
las ruinas de la Capilla de la Concepción del Templo de
San Francisco, Santuario del Santo Hermano Pedro, área
actualmente reacondicionada y conocida como el Jardín del
Santo Hermano Pedro,
una
representación del Nacimiento de Jesús.
En dicho
jardín, se simbolizan y representan relatos bíblicos que
fundamentan la Fe; que se relacionan con la Anunciación, la
Pasión, Muerte y Resurrección de Jesucristo, y la Eucaristía;
así como aspectos relacionados con el apostolado del Santo
Hermano Pedro; además,
remembranzas o reflexiones relacionadas con la tierra y
nuestra vida en ella. Todo ello se complementa con textos e
imágenes a manera de evangelización o catequización.
La Capilla de la Concepción, conocida como tal en la
época colonial, se encuentra en ruinas como consecuencia del
terremoto
ocurrido el 29 de julio de 1773.
No obstante, la Congregación Franciscana ha reacondicionado el área
adecuando un pasillo o corredor central donde se localiza una
pequeña rotonda con una escultura de bronce fundido en Honor
al Santo Hermano Pedro. Los laterales han sido
convenientemente jardinizados con la colocación de grama,
siembra de árboles, flores y plantas que permiten disfrutar un
agradable ambiente de naturaleza; en virtud de lo cual el
lugar es
conocido como el Jardín del Santo Hermano Pedro. Esos
laterales son los que, precisamente, la Congregación
Franciscana destina para sus representaciones de textos
bíblicos, como quedó indicado anteriormente:
Jardín del Santo Hermano Pedro
En una pared lateral, se instaló
una pérgola de fina madera que resguarda una pintura-mural
colocada como un Honor a la Orden Franciscana al conmemorarse,
en el 2009, el Octavo Centenario de su fundación. Asimismo,
dicha expresión de arte también tiene implícito un homenaje a
la naturaleza, y nos motiva a reflexionar sobre el siguiente
enunciado:
LA MADRE TIERRA ES UN DON DE DIOS PARA TODOS;
CUIDÉMOSLA Y COMPARTÁMOSLA COMO HERMANOS
En esa pintura-mural observamos que
se trata del paisaje guatemalteco, donde se figuran los
volcanes de Acatenango, Fuego y Agua; así como el vital
líquido que surte a la población. Sobrevolando el lugar, en el
centro, se figura un ave, se trata de El Quetzal, Ave símbolo
Nacional de Guatemala. Observando, se definen dos imágenes que
representan, una a la izquierda, al Santo Hermano Pedro,
Terciario Franciscano; y la otra a la derecha, a San Francisco
de Asís, fundador de la Orden Franciscana. Finalmente, otras
dos imágenes complementan la iconografía: se trata de
oriundos del altiplano quienes acompañan y meditan portando
una vela y un Rosario:
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