En Cuaresma y Semana Santa vienen nuevos retos y nuevas
esperanzas, pero especialmente con muchas expectativas de un
cambio en la forma de vivir. Pero éste, es el tiempo en el que la Iglesia
nos da la oportunidad de meditar y reflexionar sobre
nuestra forma de vida; dejando atrás todo lo que no nos deja
seguir adelante y esforzarnos por alcanzar aquellos buenos
propósitos tanto en la vida profesional como espiritual.
Es un tiempo de
recogimiento espiritual y de reflexión sobre la Pasión, Muerte
y Resurrección de Jesucristo; por lo tanto, es una época que se vive de una
manera intensa y particular.
El tiempo de Cuaresma se representa con una Cruz rústica con
lienzos morados, como símbolo de penitencia.
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Tenemos la
oportunidad de
recordar algunas de
las actividades
que se llevaron a cabo en años anteriores. Si usted desea
rememorar expresiones de Fe y devoción, puede ingresar a las
siguientes páginas:
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SOBRE ALGUNAS IMÁGENES PARA ABRIR LA PÁGINA]
Generalidades en Cuaresma y Semana Santa
(fotografía
de archivo)
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Programación de algunas actividades religiosas
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Estaciones del Vía Crucis
(fotografías de archivo) |
Algunas imágenes (esculturas) de tradicionales
procesiones
(fotografías de archivo) |
En la época de colonización española, al iniciarse la
evangelización en el nuevo Reino se necesitó de asociaciones
religiosas y de medios didácticos para lograrlo, siendo los
frailes franciscanos quienes tuvieron a su cargo la mayor
parte de la catequización de las poblaciones indígenas en
tierras americanas. Entre aquellos medios, como una expresión
de religiosidad, se encontraba la utilización de esculturas o
imágenes representando la Pasión de Jesucristo, y que eran apreciadas en procesiones.
Fue así como las fechas de la Cuaresma y especialmente de
Semana Santa se fueron fusionando con las creencias propias de
los indígenas. Esto sucedía a mediados del siglo XVI en la
recordada ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala,
conocida actualmente como La Antigua Guatemala, fundada en el
Valle de Panchoy, el 10 de marzo de 1543,
bajo la advocación de Santiago
Apóstol.
Fue tan grande la acogida de la población a
esas manifestaciones públicas de Fe, que las procesiones iban
acompañadas por representantes de la Curia Eclesiástica,
entidades civiles y de Gobierno. Estas expresiones populares
fueron adentrándose tan profundamente en el sentir cristiano
de los moradores que ni los desastres naturales, como los
terremotos, disminuyeron su devoción. No obstante la severa
destrucción a la infraestructura de la ciudad, las imágenes
más veneradas por el pueblo católico no sufrieron daños, lo
que fortaleció la Fe de los fieles creyentes.
A pesar de aquellos
acontecimientos, las diferentes hermandades y/o cofradías han
dado lo mejor de sí mismas para que una tradición de tan
recordada historia se mantuviera latente a través del tiempo,
preparando para ello distintas expresiones de Fe y devoción.
Reflexión
Esta época de
recogimiento espiritual es la
oportunidad para que, de rodillas, elevemos nuestras oraciones
y súplicas a Dios para que, en su infinita misericordia, libre
a nuestra patria y a todas la naciones del mundo de la
emergencia de salubridad que actualmente estamos padeciendo.
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